Porque hay que ser casi un loco para ir contracorriente. Aunque nuestra sociedad suele llamar loco no al que lo está, sino al que es diferente de la mayoría, y la cantidad no hace la locura. Tal vez los locos sean quienes aceptan siempre lo que afirma la multitud, aunque se encuentren entre ella.
Porque hay que ser casi un loco para ir contracorriente. Aunque nuestra sociedad suele llamar loco no al que lo está, sino al que es diferente de la mayoría, y la cantidad no hace la locura. Tal vez los locos sean quienes aceptan siempre lo que afirma la multitud, aunque se encuentren entre ella.
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